Hace unos días os preguntábamos mediante una encuesta en redes sociales si sufríais dolor en vuestro suelo pélvico durante las relaciones sexuales, y el 29% de las respuestas fueron SI. Entonces, ¿por qué lo normalizamos y no vamos a un fisioterapeuta especializado?. Las relaciones sexuales no tienen que doler, ni ser incómodas. Este trastorno durante o posterior a la actividad sexual se denomina dispareunia, puede ocurrir en cualquier fase de la respuesta sexual (excitación, meseta, orgasmo). ¡Atención! Porque, aunque es común en mujeres, los hombres también son susceptibles de padecerlo.
En mujeres este tipo de dolor puede ser de dos tipos:
-Superficial: se caracteriza por ser en el inicio de la penetración, el dolor está situado en la entrada vaginal (introito).
-Profundo: cuando el dolor aparece en el fondo de la vagina durante la penetración profunda, con determinadas posturas o durante el movimiento.
En los hombres se caracteriza por:
-Dolor en el pene, prepucio, testículos…
-Dolor en la eyaculación o imposibilidad de esta (anorgasmia).
La dispareunia puede deberse a distintos motivos. Por ejemplo, una cicatriz posparto que forma adherencias en el tejido, problemas de sensibilidad, un descenso de la lubricación natural, trastorno en la respuesta sexual o una desadaptación de la musculatura perineal, a lo que denominamos hipertonía.
En la foto os mostramos una de las herramientas de las que disponemos en consulta para combatir este problema, los dilatadores, con ellos conseguimos un estiramiento global de la musculatura perineal. El tratamiento de esta patología consiste en una entrevista clínica para conocer el motivo de su aparición, y así continuar con la terapia manual, la educación sexual, la vibración o la electroterapia entre otras cosas para combatirlo.
Si sufres dolor durante las relaciones sexuales, dificultad o imposibilidad para llegar al orgasmo, molestia al ponerte la copa menstrual o tampón, en las exploraciones ginecológicas o las de suelo pélvico llámanos y nos ponemos a ello.